El packaging no es sólo una protección o un envase de productos, sino es una herramienta de marketing muy eficaz y un componente fundamental de toda experiencia del cliente.

Esta claro que los hábitos de consumo han cambiado, sobre todo después de la crisis económica. Ahora somos menos fieles a una marca y buscamos los mejores precios.

Por esta razón, las marcas trabajan duro para impresionar a los consumidores y están poniendo en marcha grandes estrategias de fidelización. Dentro de esto, el packaging es una pieza clave como portador de la identidad de la marca en cualquier escenario.

Estudios destacan que la respuesta emocional se acentúa al asociar el producto con su packaging. Es claro el poder de este elemento para incentivar las decisiones de compra del consumidor, puesto que hasta las marcas blancas tienen la necesidad de recurrir al diseño de packaging para emular los atractivos de las marcas comerciales.

Con estos ejemplos queda bastante claro que el packaging es uno de los medios más eficaces para atraer y fidelizar a los clientes.

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